Inventan toldos y persianas que generan oxígeno utilizando un método de la NASA
La Organización Mundial de la Salud recomienda que en las ciudades haya entre 10 y 15 metros cuadrados de espacio verde por habitante. Pero en la mayoría de las grandes urbes del mundo, eso es muy lejano a la realidad.
Los árboles, que a veces parecieran estar dentro del diseño urbano como una cuestión más decorativa, en realidad tienen funciones muy importantes para los ciudadanos, como producir sombra, regular la temperatura, controlar el flujo de agua en las lluvias, y la más vital de todas: producir oxígeno y purificar el aire.
Si bien por todo esto los árboles siempre son la opción más recomendable, en algunas ciudades puede suceder que la concentración de viviendas o el exceso de contaminación haga insuficiente la cantidad de árboles capaces de llevar a cabo su función natural. Incluso en algunos sitios sería imposible plantar nuevos árboles sin destruir parte de la acera.
Para esos casos, basándose en un método de la NASA, la compañía española Persax diseñó una solución inteligente: una línea de productos "Pure" que incluyen toldos, persianas o celosías, capaces de transformar el dióxido de carbono en oxígeno, imitando el proceso natural de la fotosíntesis.
¿Cómo funciona?
Mediante un proceso llamado “fotocatálisis”, ya explorado por la NASA para mantener y limpiar los ambientes como la Estación Espacial Internacional. Los productos de la compañía incorporan una sustancia química acuosa y transparente que los convierte en purificadores del aire.
Este líquido está compuesto por dióxido de titanio y, al aplicarlo a las superficies realiza una oxidación similar a la de las fotosíntesis de las plantas cuando reciben luz. Al oxidarse, las partículas se transforman en materia inerte, una especie de polvo que es descontaminante, antibacteriano y autolimpiable. Por este proceso, además, cualquier superficie puede convertirse en fotocatalítica.
Según la empresa, un metro cuadrado de este líquido equivale a un árbol, por lo que “una fachada de 1.000 metros cuadrados equivale a todo un bosque de 1.000 árboles purificando el ambiente”.
En el exterior, puede eliminar gran parte de las partículas de dióxido de carbono acumuladas y reduce los componentes orgánicos volantes del humo del tabaco, de los automóviles y de la materia orgánica en descomposición, que pueden causar irritación, alergia y, a nivel global, destrucción de la capa de ozono.
También, puede aplicarse en interiores. Por ejemplo, si en la vivienda hay fumadores, se consigue disminuir un 84% la cantidad de nicotina en el aire en 20 minutos. De hecho, ya fue señalado como producto apropiado para ayudar a quienes padecen de enfermedades respiratorias por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.
Los árboles, que a veces parecieran estar dentro del diseño urbano como una cuestión más decorativa, en realidad tienen funciones muy importantes para los ciudadanos, como producir sombra, regular la temperatura, controlar el flujo de agua en las lluvias, y la más vital de todas: producir oxígeno y purificar el aire.
Si bien por todo esto los árboles siempre son la opción más recomendable, en algunas ciudades puede suceder que la concentración de viviendas o el exceso de contaminación haga insuficiente la cantidad de árboles capaces de llevar a cabo su función natural. Incluso en algunos sitios sería imposible plantar nuevos árboles sin destruir parte de la acera.
Para esos casos, basándose en un método de la NASA, la compañía española Persax diseñó una solución inteligente: una línea de productos "Pure" que incluyen toldos, persianas o celosías, capaces de transformar el dióxido de carbono en oxígeno, imitando el proceso natural de la fotosíntesis.
¿Cómo funciona?
Mediante un proceso llamado “fotocatálisis”, ya explorado por la NASA para mantener y limpiar los ambientes como la Estación Espacial Internacional. Los productos de la compañía incorporan una sustancia química acuosa y transparente que los convierte en purificadores del aire.
Este líquido está compuesto por dióxido de titanio y, al aplicarlo a las superficies realiza una oxidación similar a la de las fotosíntesis de las plantas cuando reciben luz. Al oxidarse, las partículas se transforman en materia inerte, una especie de polvo que es descontaminante, antibacteriano y autolimpiable. Por este proceso, además, cualquier superficie puede convertirse en fotocatalítica.
Según la empresa, un metro cuadrado de este líquido equivale a un árbol, por lo que “una fachada de 1.000 metros cuadrados equivale a todo un bosque de 1.000 árboles purificando el ambiente”.
En el exterior, puede eliminar gran parte de las partículas de dióxido de carbono acumuladas y reduce los componentes orgánicos volantes del humo del tabaco, de los automóviles y de la materia orgánica en descomposición, que pueden causar irritación, alergia y, a nivel global, destrucción de la capa de ozono.
También, puede aplicarse en interiores. Por ejemplo, si en la vivienda hay fumadores, se consigue disminuir un 84% la cantidad de nicotina en el aire en 20 minutos. De hecho, ya fue señalado como producto apropiado para ayudar a quienes padecen de enfermedades respiratorias por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.
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